Caminé diez pasos hacia la utopía y ésta se alejó diez pasos. Caminé otros veinte pasos más hacia ella y se volvió a alejar otros veinte. Entonces me di cuenta que jamás alcanzaría la utopía, pero también observé otra cosa, que la utopía sirve para eso, para caminar.
El que logre alcanzar la utopia habrá dejado de caminar.
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