jueves, 13 de marzo de 2008

El guiri al que le robaron en Xàbia hasta las sandalias ...



Me gustaría dedicar esta entrada a un amigo por desentrañar, Paul Hervé Paquet.


Paul es un excéntrico. O, tal vez, el mundo, las gentes, los lugares que le rodean son los raros.
Carpintero de vocación, como su padre, como su abuelo, como tal vez su bisabuelo, nació al otro lado de los Pirineos hace cincuenta años largos.
Confiesa, me dijo en una ocasión, haberse jubilado en la veintena, cuando se vino a vivir a España. Pasó el tránsito de la juventud a la madurez embarcado, en la montaña, leyendo o labrando.
Quizás, tal vez, tenga un hijo o una hija, pero no es asunto que nos concierna.
Trata de defendernos (aunque, insisto, crea que los demás seamos raros) de los tiburones (y tiburonas, para que todos o todas se sientan ofendidos u ofendidas) que visten traje a diario y piensan que el mundo, cómo no, ha de ser como solo ellos (y ellas) han concebido. Y además, por si fuera poco, escribe.
Y el tipo, que no lo hace nada mal, ha querido que yo, un humilde garabatero, corrija las inevitables incoherencias que una mente que piensa en francés dicta a una mano que escribe en español.
¿Es valiente o no, este carpintero?

Para que se vea que lo es, para que se compruebe que es capaz de plantarse ante el mismísimo Quim Monzó (ése que, para bien o para mal, arrasa en las librerias catalanas) y llamarle a la cara ladrón, os dejo la
dirección de su página web, rebosante de dardos y mala leche (aunque pueda estarse de acuerdo con él o no, pasareís un buen rato).

http://www.elmosquito.net

PD.- La imagen que le dedico, arriba, no es mía; lo digo para que el franchute no me acuse a mí, válgame Saint Patrick, de robar nada a alguien. Como casi todas las que aparecen en mi blog (excepto las tituladas y fechadas) las pesco al tún - tún con Google, esperando no agraviar a sus autores. Y si así fuera,
pido que acepten mis disculpas, advirtiéndoles que no tengo inconveniente, si así lo desean, en quitarlas. O, como mal menor, citar la fuente de la que proceden.

Faltaría más; uno es mileurista, pero medianamente honrado.

¡Ah! A propósito: he sabido que el dibujo del Odiseo perplejo es de José Luis López Rubiño. Agradecimientos,
José Luis; has dado en el clavo.





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